Fallece Mario Vargas Llosa, uno de los grandes referentes de la literatura hispanoamericana
• El autor peruano, Premio Nobel de Literatura 2010, falleció ayer a los 88 años. Su obra marcó profundamente la narrativa latinoamericana del siglo XX y XXI, y su legado será recordado por generaciones. Académicos de la Facultad de Letras UC destacan su influencia en la literatura y el pensamiento crítico contemporáneo.
Mario Vargas Llosa, uno de los más influyentes escritores de la lengua española, falleció ayer a los 89 años. Novelista, ensayista y figura clave del denominado “Boom latinoamericano”, su obra abarcó más de seis décadas, con títulos fundamentales como La ciudad y los perros, Conversación en La Catedral, La tía Julia y el escribidor y La fiesta del chivo.
Ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, Vargas Llosa fue reconocido por su “cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la resistencia, la revuelta y la derrota del individuo”, según el jurado de la Academia Sueca. Su legado literario también incluye ensayos políticos y culturales, una prolífica carrera periodística y una activa participación en el debate público.

En Chile, su obra ha sido ampliamente estudiada en las universidades y leída con atención por generaciones de lectores. En ese contexto, el director del departamento de Literatura, Sebastián Schoennenbeck se refirió al escritor como un intelectual público y figura central de boom hispanoamericano, “su voz será recordada, entre otras razones, por representar la realidad del Perú desde una mirada cosmopolita y por la ambición arquitectónica de sus novelas”.
Por su parte, el académico de la Facultad y director de la Revista Anales de Literatura Chilena, Rodrigo Cánovas indicó que Vargas Llosa puso en el mapa mundial el drama, la tragedia y la comedia del desamparo latinoamericano. “Exhibió las ilusiones de los jóvenes, sus códigos de honor, las miserias de los poderosos que corroen la gran ciudad y el abandono de los lugares marginales, como es el mundo de la selva”.
Asimismo señaló que mediante el montaje, la ironía y el testimonio, el escritor cruzó muchas realidades y tiempos. Y también, de paso, “nos otorgó heroínas inolvidables: evoco aquí, de la novela “La casa verde”, de 1965, a Lalita, que pasa de un hombre a otro como objeto de intercambio y cual Reina Coya los sobrepasa en el camino, o la Selvática, la hija, la chingada, la más querida y la más abusada. En fin, con Vargas Llosa todos ganamos en dignidad”, dijo dejando clara la combinación de una narrativa de alta complejidad con la preocupación constante por temas políticos y sociales del continente.